Son los documentos que por sus valores secundario (culturales, científicos e históricos), ameritan ser conservados totalmente remitiéndolos al Archivo Histórico de la Entidad, el cual es administrado por el Archivo General de la Nación, transfiriendo la documentación que de acuerdo con lo estipulado en las Tablas de Retención Documental son de conservación permanente.